sábado, 24 de noviembre de 2007

El espejo magico..

Este cuento es para Claudia.... que encuentre en su reflejo la Paz y un camino...


         La noche caía ya sobre la ciudad que empezaba a prepararse para dormir, cuando me encontré al vendedor de espejos. Hombre pequeño de cabellos blancos, bigote de astro de cine y la cara surcada de innumerables arrugas que reflejaban una vida de penas y alegrías disfrutadas sin fin. Su sonrisa carente de dientes no lo afeaban, solo lo hacían mas feliz y eterno, dueño de una piel roja nacida de una ingesta de alcohol sin final eran su firma y característica inconfundible.
 La noche ya había avanzado en su tragar a la ciudad, los faroles débiles iluminaban malamente las calles congeladas e indemnes. Me lo tope en una esquina oscura cualquiera, llevaba su último espejo.
- El espejo es mágico, caballero- me dijo cuando pasaba a su lado.
         No me asusto ya que hacía rato lo miraba caminar hacia mi, con una andar cansado y visiblemente agotado por llevar su vida a cuestas.
- ¿Mágico?- Sonreí, pensando en que quizá solo se quería reír un rato o estaba ante el nacimiento de una original técnica de venta.
- Refleja nuestra verdad más profunda- me contesto con solemnidad clériga.
Me quede en silencio observándolo desconfiado, mientras mi mente trabajaba a toda velocidad buscando la estafa que me despojaria de mis pocos pesos, lo mire un rato, pero al no detectar nada que pudiese ser sospechoso le pedí una demostración.
- Mire...- Me dijo alzando el espejo, en el que no me había reparado hasta ese momento, mas grande de lo que percibi en un primer momento, se veia antiguo, de esos coloniales que adornaban paredes de las casas de apellidos vinosos. Su enorme marco dorado y de metal misterioso, estaba lleno de relieves y dibujos disueltos, que de puro gastados ya no se entendían y cuyo significado se habia perdido mientras lo pulían.
         En el espejo solo se veía mi cara de curiosidad tempestuosa y ceño fruncido...
- ¿Y?, eso lo veo en todos los espejos...-
- Le hable de que este era especial caballero, este refleja nuestra verdad más profunda.. en su caso que no puede escapar de Ud. mismo...-
         Le sonreí de mala gana y casi sin darme cuenta le di una moneda para celebrar su imaginación. Mientras lo miraba alejarse me quede en la duda si otra persona vería algo más.
Luego, pensé en mi verdad recién descubierta y mire al extraño vendedor que ya se alejaba hablando solo y en voz alta sobre los males de la economía aplicada por el gobierno de turno y él como estas malas decisiones habían afectado sus finanzas, mientras amenazaba a dichas autoridades que al parecer flotaban a su alrededor.
-..No puede escapar de Ud. mismo...- sonó de nuevo en mi cabeza, sentí que la temperatura había bajado de pronto y acelere el paso hacia el lugar donde tomaba el bus con rumbo a mi casa, mientras pensaba en dejar atrás el reflejo del espejo mágico.