Conocí a una mujer increíble,
una mirada de ensueño, unos ojos donde perderse por siempre y una sonrisa que helaba la mía.
Bellas formas, y un contoneo latino al caminar que me hacia escuchar música.
Su simpatía opacaba astros y su risa calmaba el alma.
Lo malo es que ya tenia pareja.... una buena amiga mía.
Por la modernidad en las relaciones.... hoy odio estar aquí.