Beber
es una actividad socialmente aceptada que consiste en ingerir líquidos de alta
graduación alcohólica en busca de un relajo, gusto o acompañamiento. El ingerir
estas sustancias en altas cantidades nos lleva a liberación de inhibiciones, malas
decisiones e incluso no falta el que se pone a manejar mandándose un cagazo de
proporciones. Bueno, el tío Zienke, en su afán de servicio social y altruismo
sin límites, ha desarrollado este tratado para esos momentos en los que el
alcohol, al igual que su homónimo químico, es una solución. Pero primero cuestiónese
qué tipo de borracho es? Antes de
lanzarse a beber, es bueno saber el tipo de borracho al que uno se identifica,
y de paso se evitara un mal rato de proporciones mitológicas.
Primero le tenemos al Jugoso, dícese de aquel que no solo pisa el corcho para lograr
marearse, sino que se vuelve repetitivo, enamorado de cualquier fémina (aun
cuando no lo sean) y que finalmente es una lata de cualquier evento social. Una
de sus muletas es hablar a gritos de su equipo de futbol o partido político.
El choro, este es el que a medida los vasos
pasan, siente que se vuelve más musculoso, su capacidad física se dispara y se
cree capaz de ganarle una pelea al que sea, lamentablemente también es al
primero que noquean mientras sus amigos tratan de calmar las idioteces hechas.
Las Drama Queen, que es aquella que empieza a recordar
sus dramas de niñez revelando al que quiera escucharla (o) intimidades y
termina llorando por lo terrible que es su vida y todas esas estupideces.
El Chicha, este siempre es bienvenido, el que
se baila hasta los comerciales, el de la talla precisa y el que las estupideces
que hace solo generan carcajadas propias y en los demás.
El florero, no confundir con el chicha, este gallo solo vive para
que todos lo miren y cae en varias de las categorías presentes, pero también
puede ser el alma de la fiesta, pero no siempre esto es una constante y jamás
cae bien siempre este personaje.
La Bandera de USA, esta categoría se le destina más al género
femenino por razones obvias, un hombre borracho se irá a la cama con cualquiera
que lo sepa llevar, en las niñas este es un caso que se asocia al alcohol, el
cual no se les va a la cabeza, sino directamente a las rodillas porque se le
abren. Y antes que me trate de misógino, recuerde el refrán, el hombre cuando
puede y ellas cuando quieren. Porque este nombre? Porque a este tipo de chicas
las han clavado hasta en la luna.
El Lana, este gallo, al igual que su gemelo
de la marihuana, es lo mas piola del mundo, trata de solo lanzar buenas vibras
y sonríe idiotamente hasta que te das cuenta que lleva horas dormido.
El Patrón de fundo, este es bien especial, es un
pariente cercano del jugoso pero a
este se le suben los humos, les recuerda a todos los presentes a que se dedica
y sus bienes materiales. Y al primer atisbo de problemas su frase de gancho es
Y VOH NO SABÍ QUIEN SOY?
El de ropero, es el típico que se toma un par de
copas y como que a medida que ingiere el alcohol, lenta y gradualmente se le
cae el helado, y el que fuera tan machito, termina siendo más loca que
cualquiera de sus amigas y bromea hasta el hostigamiento con su supuesta
homosexualidad. Ojo, a este si le gusta pararse como el hombre araña, pero solo
el alcohol revela su verdadera forma.
El Huaso, este es el que si bien practica todo
el día para hablar normal, se toma un par de tragos y se le arranca el caballo
pal cerro, siendo mas acampado que cualquier huaso que se precie.
El enamorado este borrachín, después de jotearse
a cuanta mujer se le acerco, cae en cuenta de que ya no está con aquella que
siempre amo y pasa lentamente a convertirse en Drama Queen. Solo no llega a
este estado cuando le resulto con alguna.
El Impostor, este es uno de los más divertidos,
puede pasar por varios de estos tipos enunciados y se le borra la memoria
totalmente hasta que se ve a sí mismo en algún video de youtube.
El Cool, este es el que se instala en un
rincón a beber mientras solo mira y su participación se reduce a tallas
precisas y a frases repetidas mil veces que ayudan a crear un aire misterioso
en los demás. Lo malo de este tipo, es que es el que por lo general se lleva a
la chica.
Como
puede ver, uno puede pertenecer a uno o varios de estos tipos de borrachos
(incluso pasar por varios de estos estados en una noche de juerga) pero si algo
tienen todo estos beodos de leyenda en común, es el día siguiente. La resaca o
como es conocida en estos lares; La Caña.
A
la mayoría de los antes enunciados, esto lo acompaña una amnesia selectiva que
incluso puede terminar con más de alguno despertando en lugares insospechados o
con gente que cuyo rostro será un horror que se llevara a la tumba. Y les
cuento, como aprendí recientemente de una buena amiga, hay dos tipos de caña,
que funcionan en paralelo incluso. Tenemos la que es netamente física, dolor
muscular, huesos, sed incesante, el dolor de cabeza de categoría olímpica y
otros sabores maravillosos que nos llevan a epifanías religiosas, donde le
decimos a nuestra deidad de turno, la frase jamás gastada pero siempre
incumplida del mundo: “nunca más”.
El
otro tipo de caña es la emocional (alucine con este concepto) que es ese pesar
del alma de cuando besaste a alguien que en realidad no te gustaba, o cualquier
actitud que tuviste con esos supresores de moral liquido que llevabas en el
cuerpo. Y es que la caña emocional demora más días en curarse y si bien también
lleva promesas al creador, al igual que la física, lo más probable es que la
repitas alguna vez y ese mañana siguiente, odies estar aquí.