jueves, 12 de mayo de 2016

Emociones

Apartar a la gente. Es un acto que llevo desde eones realizando, es mas fácil apartarme, huir que enfrentar situaciones, amores y emociones que manejo pésimo y francamente no tengo control.
Es que desde siempre me ha sido imposible controlarlas, me ahogan, me hunden, me acogotan, me sumergen en mares donde el pensamiento deja de ser lineal y racional.
Me atacan y consumen y siempre me dejan derrotado.
Por eso elijo no sentir, no involucrarme, no deja que nadie entre.
A veces me traiciono, y cometo el grave pecado de empezar a atisbar en otra alma, y pronto, al primer conflicto, la alejo sin misericordia, la salvo de mis demonios, y prefiero mantenerme lejos que sumar otra persona a las listas de los que hoy me odian.
Nunca me quedo a explicar que es necesario, que es mas sano la distancia, y que involucrarse siempre es un error cuando se trata de mi.
Mi historial me precede, me he acostado con incontables mujeres, pero jamas me he quedado con ninguna, sin animo de darme aires que no tengo, siempre me han comentado que soy bueno en el sexo. Pero nadie me dirá nunca lo bueno que soy amando.
Es en el amor donde no tengo promesa, no tengo norte, no se que hacer. Entendí todos sus recovecos, pero solo una vez sentí esa posibilidad de estrega y la boicotie sin piedad hasta que estuvo bien muerta. Por eso mejor mi camino es solo, al margen, donde no me toquen y lo mas importante solo tocar superficialmente.
Porque jamas seré de nadie ni aprendí a sentir, hoy odio estar aquí.