martes, 1 de febrero de 2022

Volviendo a escribir.

En un post anterior, escribí (al menos para mi) que era no era fácil escribir siendo feliz.

Comente que no hay nada que ahuyente mas a mis musas (o quiza solo las deja frígidas de inspiración) que mi corazón latiendo con fuerza y alegría, que hasta sus sístoles y diástoles forman melodías alegres que me cuido mucho de no compartir. No vaya a ser que alguien la desafine.

No me di cuenta de cómo ni cuando volví a volar y emparejarme con la luna. De pronto, un dia, mis demonios tutelares regresaron con furia y sin avisos. Y nuevamente me quede solo, al menos (me dije) puedo hacer que las horas y los minutos se los lleven las letras lanzadas.

Pero el órgano sexual que guiaba mi escritos estaba entumecido, no flexionan los dedos como debieran y esta vez, mis musas solo estaban mudas ante la situación. No sabía porque seguía forzando este deseo sin talento de sacar todo afuera, quizá porque aún no puedo creer este irreal episodio de eterno deja vu.

Había olvidado que no doy bien de marido, que solo soy medio su medio limón. Si, desde hoy me veran mas seguido, ya que nuevamente, odio estar aqui.




Nos sobran los motivos

Este adiós, no maquilla un hasta luego,

Este nunca no esconde, un ojalá

Estas cenizas, no juegan con fuego,

este ciego no mira, para atrás.

Este notario firma lo escribo,

esta letra, no la protestaré.

Ahórrate el acuse de recibo, 

estas vísperas, son las de después.

A este ruido, tan huérfano de Padre,

No voy a permitirle que taladre, un corazón, podrido de latir.

Este pez ya no muere por tu boca,

Este loco, se va con otra ola,

estos ojos, no lloran mas por ti.."